Poco a poco había ido calando en el corazón de los almerienses la devoción a la Santísima Virgen bajo el título del Mar. Desde el siglo XVII comienza a aparecer en las actas del Cabildo de la Catedral este concepto y al final del siglo XVII el Cabildo la considera declarada Patrona de la ciudad, a pesar de tener la Catedral otras imágenes, como la Virgen de la Piedad, considerada algún tiempo con este mismo título.
El año 1804, con el sufrimiento causado por los terremotos, va a ser decisivo. El obispo don Javier Mier y Campillo, el Cabildo y el Ayuntamiento el 24 de enero se trasladan con la imagen de San Indalecio, Patrón de la ciudad y diócesis, a recoger a la Virgen del Mar para llevarla a la Catedral, para la acción de gracias. El 10 de octubre nuevamente vuelve la Virgen del Mar a la Catedral para la solemne procesión.
En 1805 tanto en la ciudad como en sus arrabales Huércal y Viator se llevan a cabo las elecciones para el patronazgo de la Virgen del Mar. El día 24 de febrero a las 10 de la mañana se reúnen los vecinos de la parroquia del Sagrario y de San Pedro. Votaron 385 y los demás la aclamaron en alta voz. El día 25 lo hacen la parroquia de Santiago y San Sebastián, alcanzando 493 votos y también aclamación popular. El día 6 de marzo les toca el turno de las votaciones a Viator y a Huércal, que alcanzan los 277 y 283 votos respectivamente. Se tramitó todo vía Cabildo Catedral, sin perjuicio del patronazgo de San Indalecio. Comienzan las gestiones tramitadas por el Cabildo Catedral con el Visto Bueno del Prelado, Mier y Campillo, que las remitió a la Sagrada Congregación de Ritos.
Se informó al Real Consejo Supremo de Castilla y a la Real Chancillería de Granada. En mayo de 1806 el Papa Pío VII aprobó el Patronazgo y firmó cuatro breves pontificios: uno nombrando oficialmente a la Patrona y tres concediendo indulgencias y jubileos.
Puestos de acuerdo el Cabildo Catedral y el Ayuntamiento se celebran por primera vez de forma oficial las fiestas patronales el 30 de agosto de 1807 en la S. y A.I. Catedral. Carlos IV concedió la Feria y el Mercado. Se fija para la fiesta litúrgica el sábado anterior al último domingo de agosto y toda aquella semana para las fiestas patronales por acuerdo de los dos Cabildos -eclesiástico y civil-. Las fiestas continúan en las mismas fechas con el intervalo solamente de la Guerra Civil. Hasta el siglo XIX los festejos se celebraban en la Plaza Vieja.
Más información: LÓPEZ MARTÍN, JUAN, “María en la evangelización de Almería”, Almería 2002 (editado por la Hermandad de la Santísima Virgen del Mar con la colaboración de Cajamar). DE JUAN OÑA, JOSÉ, “EL PATRONAZGO DE LA VIRGEN DEL MAR EN SU 2º CENTENARIO 1806-2006”, Almería 2005 (editado por la Hermandad de la Santísima Vírgen del Mar con la colaboración de la Fundación Unicaja).